El Parlamento Europeo propone una directiva de Transparencia Retributiva que prohibirá el secreto salarial en los contratos de trabajo

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El Parlamento Europeo propone una directiva de Transparencia Retributiva que prohibirá el secreto salarial en los contratos de trabajo

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El principio de igualdad de retribución está consagrado en el artículo 157 del Texto Fundacional de la UE. Sin embargo, en toda la Unión Europea, la diferencia salarial entre hombres y mujeres persiste y se sitúa en torno al 14%, con importantes variaciones entre los Estados miembros; sólo ha disminuido mínimamente en los últimos diez años.

La Eurocámara a través de las comisiones de Derechos de la Mujer y Empleo quiere que las empresas de la UE con al menos 50 empleados sean totalmente transparentes en cuanto a sus salarios. A tal efecto, pretenden:

  • Imponer la obligación de informar sobre las diferencias salariales entre hombres y mujeres para las empresas
  • Prohibir el secreto salarial en los contratos de trabajo

La propuesta de la Comisión de una directiva de transparencia salarial se desarrolla con el fin de reforzar la aplicación del principio de igualdad de retribución por un mismo trabajo o trabajo de igual valor entre hombres y mujeres mediante la transparencia salarial y los mecanismos de aplicación.

Los eurodiputados exigen que las empresas de la UE con al menos 50 empleados (en lugar de 250 como se propuso inicialmente) estén obligadas a divulgar información que facilite, a quienes trabajan para el mismo empleador, la comparación de salarios y exponga cualquier diferencia salarial existente entre hombres y mujeres dentro de la organización.
Las herramientas para evaluar y comparar los niveles salariales deben basarse en criterios neutrales en cuanto al género e incluir sistemas de evaluación y clasificación de puestos de trabajo neutrales en cuanto al género.

Por citar una de las intervenciones en la eurocámara, Samira Rafaela (Renew Europe, NL), de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, manifestó: «Hoy estamos un paso más cerca de eliminar la brecha salarial de género en Europa. En el Parlamento hemos tratado de encontrar el equilibrio adecuado entre garantizar el derecho a la información de las trabajadoras y limitar las cargas innecesarias para las empresas. De este modo, podemos hacer que la igualdad de retribución por el mismo trabajo sea una realidad para el mayor número posible de mujeres en Europa».

Resulta preciso señalar que si los informes salariales muestran una brecha salarial de género de al menos el 2,5% (frente al 5% de la propuesta inicial), los Estados miembros tendrían que garantizar que los empresarios, en cooperación con los representantes de los trabajadores, realicen una evaluación salarial conjunta y desarrollen un plan de acción de género.

Actualmente en el marco de la normativa de aplicación nacional en España, por el Real Decreto 902/2020, de 13 de octubre, de igualdad retributiva entre mujeres y hombres el porcentaje a partir del cual se debe justificar es del 25%, con lo que esta Directiva, si se traspone en el mediano plazo, supondrá un cambio sustancial en la manera de solventar las diferencias salariales detectadas.

Los eurodiputados añaden que la Comisión debería crear una etiqueta oficial específica para premiar a los empleadores que no tengan una brecha salarial de género en sus empresas.

Respecto a la prohibición del secreto salarial el texto comunitario estipula que los trabajadores y sus representantes deben tener derecho a recibir información clara y completa sobre los niveles salariales individuales y medios, desglosados por género. Se propone prohibir el secreto salarial, a través de medidas que eliminen las cláusulas contractuales que restrinjan a los trabajadores la divulgación de información sobre su salario, o la búsqueda de información sobre la misma u otras categorías salariales de los trabajadores.

Sobre la inversión de la carga de la prueba se propone que si un trabajador considera que no se ha aplicado el principio de igualdad salarial y lleve el caso a los tribunales, la legislación nacional debería obligar al empresario a demostrar que no ha habido discriminación.

Ahora queda esperar a que la propuesta salga a luz en forma de Directiva y esta se trasponga de forma paulatina al ordenamiento jurídico de cada uno de los países miembros y podamos comprobar el impacto que va a suponer esta transparencia en materia retributiva que estimamos pueda beneficiar a mujeres y hombres en sus relaciones laborales.

Por Clara Ruiz Camacho

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